jueves, 25 de abril de 2013

INSONMIO

Puedo estar que me muero de sueño, que se me cierran los ojos y se me cae la cabeza, que es meterme en la cama y ponerme a pensar chorradas y no poder dormir.
Por la mente se me pasa de todo, desde el típico habré cerrado bien la puerta, hasta la barbaridad que me dio por pensar una vez de si entre las setas que me había hecho mi suegra había alguna venenosa. Y por supuesto me la había comido yo porque me sentía rara. Y mientras mi novio durmiendo tan pancho, claro sus setas eran de las buenas.
Luego está cuando el cuerpo se harta ya de mis comeduras de cabeza e intenta dormirse sin decirle nada al cerebro, tiene miga la cosa, para que luego hablen de la desconexión de la mente de las necesidades del cuerpo, y cuando es al reves no pasa nada. Cuando mi cuerpo se quiere dormir me pasa una cosa curiosa, y es que la piel se me vuelve corchopan, como esa cosa blanca que viene en las cajas de las neveras para que no se abollen y que tiene un tacto entre blandurri y guarrosi. Así me noto la piel. Además todo me pesa un montón: la cabeza los brazos, las piernas. Pero cuando parece que lo hemos conseguido, que mi cuerpo ha ganado y me duermo ¡ZAS! en toda la boca. Empiezo a pensar si esa sensación es normal, si lo de la piel de corchopan no será que me está dando un ataque o algo así y me voy a morir en cuanto me duerma, y que si me pesa la cabeza a lo mejor es que me ha picado un bicho raro y se me ha hinchado y el veneno se está extendiendo por todas partes. Intento moverme y tocarme a ver si tengo algo raro y claro me espabilo y vuelta a empezar.
A mi el sueño me tiene que pillar de sorpresa porque todo lo que hago para llamarlo me despierta más. Me pasa desde siempre, me acuerdo que cuando era pequeña y no me podía dormir ponía las manos con los dedos para abajo en la colcha y jugaba a que eran personas. La derecha era un chico y la izquierda una chica y eran amigos. Hacían un montón de cosas juntos. Así no me dormia con las peliculas que me montaba.
Supongo que llegará un momento que mi vida será tan ajetreada que caida rendida en cuanto me meta en la cama o robe momentos de sueño a lo largo del día para compensar lo que no he dormido por la noche. Por ahora seguiré dandole vueltas al coco en la cama, a lo mejor no es tan malo, por lo menos me ha dado inspiración para escribir.

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